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Eran llamados Barbie y Ken, más conocido como Paul Bernardo, y su mujer Karla Homolka, eran una pareja perfecta, jóvenes y guapos, aunque solo tenían una pequeña diferencia con tan perfectos muñecos, y es que los dos eran culpables de 12 muertes y 43 terribles asaltos sexuales.
Paul Bernardo nació en Ontario, Canadá el 27 de agosto de 1964, tuvo una infancia feliz hasta los 16 años, cuando descubrió que su padre era en realidad su padrastro y comenzó a odiar a ambos. Comenzó a transformarse en un atractivo joven que guardaba un oscuro secreto, disfrutaba con el dolor ajeno.
En 1987 con 23 años, conoce a una canadiense de padre checoslovaco llamada Karla Homolka, de 17 años, una autentica chica modelo en conducta y estudios a la que Paul no tarda en seducir. Karla era la mayor de tres hermanas, Lori nacida en 1971 y Tammy nacida en 1975.

En diciembre de 1989, Paul le propuso matrimonio a Karla, y se casaron en 1991 en una ceremonia digna de cuento, por todo lo alto, en carruaje de caballos y con una idílica luna de miel en Hawai, para los invitados eran la pareja perfecta,  guapos, se querían y estaban compenetrados, sobre todo para matar.  Pronto cambiaron su apellido por “Teale”, que era el nombre de un asesino que Paul había visto en una película.
Karla amó tanto a Paul que haría por él cualquier cosa, cualquier cosa por mantener este idílico matrimonio.

Pero demasiado le molestó a Paul que Karla no fuera virgen cuando le hizo el amor por primera vez... Era, desde su punto de vista, responsabilidad de su amada esposa permitir que Paul tuviera relaciones sexuales con la hermanita de su esposa, Tammy.
Y por supuesto, sin lugar a dudas, sin su respetable consentimiento. Una vez que Karla (su esposa) aceptara esa lógica, el resto era fácil, incluso la idea de grabar la escena sexual entera parecía tener sentido. Después de todo, grabar tal escena sería una peculiar forma de recordar acontecimientos importantes.

Como Karla trabajaba en una clínica veterinaria, tenía conocimientos cotidianos de sedar a los animales. Así que se puso en marcha, el truco que maquinaron era sencillo, bastaba con ponerle halothane, un anestésico que los animales inhalan antes de la cirugía, en un paño en su cara, Karla se cercioraría de que Tammy pudiese respirar regularmente, su preciosa hermanita Tammy permanecería dormidita, de modo que Paul podría violarla. Una violación verdaderamente organizada, regalo de Karla a Paul por Navidad. Llegó el gran día, el 23 de diciembre de 1990, Paul utilizó su videocámara para grabar al Sr y Sra.Homolka y sus hijas Karla, Tammy y Lori y las decoraciones navideñas de la casa.

Paul se encargó de ofrecer a Tammy alguna que otra bebida cargadita con el preparado sedante. Los efectos de las drogas y del alcohol surtieron efecto. Cuando los demás miembros de la casa fueron a la cama, Karla y Paul comenzaron a trabajar. Paul sostuvo la cámara fotográfica en Tammy mientras la violaba, al tiempo que Karla sostenía el trapo con halothane sobre la cara de su hermana. Tammy se levantó repentinamente con nauseas pero Karla que sabía lo que tenía que hacer, la sostuvo mientras le apretaba la garganta, hubiera deseado que Tammy no hubiera comido antes del acontecimiento pero se les vino un problema, Karla acabó estrangulando hasta la muerte a su hermana.
Karla falló en su tentativa de restablecerla, así que la vistieron y llamaron una ambulancia. Los primeros en enterarse de la tragedia fueron sus padres cuando oyeron la ambulancia. Hicieron creer a todos que Tammy había muerto accidentalmente ahogándose en su vómito.

                  

Cuando Paul llegó a la universidad de Toronto, sus fantasías sexuales habían desarrollado un lado oscuro. El sexo anal era su plato preferido y las mujeres sumisas, su objetivo. Tenía mal genio y gozaba humillando a las mujeres en público.
Después de su unión, Karla y Paul vivieron en su hogar en Bayview en St. Catharines. Paul había comenzado a aumentar su renta pasando cigarrillos de contrabando a través de la frontera con matrículas robadas para disfrazar su presencia en sus frecuentes visitas a través de la línea Americano-Canadiense. Fue la necesidad de una placa robada lo que le llevó a contactar con su primera víctima de asesinato, Leslie Mahaffy.

Después de 24 horas de violación y abuso por los asesinos, Mahaffy fue asesinada en la noche de un sábado. De acuerdo a Homolka, Bernardo estranguló a Lesie Mahaffy con un cable eléctrico una segunda vez cuando el primer intento la dejó inconsciente durante unos minutos. Homolka, un técnico veterinario, tenía acceso a fármacos sedantes que fueron utilizados para someter a Mahaffy, la misma técnica que la pareja utilizó en la violación de la hermana de Homolka hacía seis meses; las drogas utilizadas para asesinar y violar a la chica de 15 años.
 

El cuerpo de Mahaffy fue encontrado desmembrado y envuelto en cemento el 29 de junio de 1991 en el Lago Gibson cerca de St. Catharines, Ontario. El bloque de concreto que contenía el torse pesaba más de 200 libras. Sus llaves y registros dentales confirmaron su identidad.
Los investigadores creyeron inmediatamente que había sido violada y tortuada. Esto fue confirmado cuando las cintas de video fueron encontradas en el hogar de Bernardo y Homolka. Las cintas muestran que fue tomada como rehén durante unas 24 horas y fue violada y sodomizada repetidamente. Después de la oferta final de Bernardo de un recurso de asación ante el Tribunal Supremo fue rechazada, las cintas de video fueron destruidas por el gobierno de Ontario.

                                                              

El 16 de abril de 1992, ambos secuestraron a una adolescente muy popular y atractiva llamada Kristen. Al principio, Paul y Karla sabían que Kristen tendría que morir pues los había visto claramente, sabía dónde vivían y había visto su perro. Sin embargo, no quisieron que Kristen lo sospechase.

Kristen, que era una muchacha elegante, hizo todo lo que pudo por cooperar con este par depravado y sus demandas eran indignantes y humillantes. Pensó que con su cooperación se salvaría. Pero cuanto más cooperó, más sádico llegó a ser Paul. La actividad, relatada en el libro de Williams, fue tomada de la evidencia grabada.

Apenas un mes antes de su cumpleaños número 16 mientras caminaba a su casa desde Holy Cross Secondary School, una escuela católica en St. Catharines, Ontario para el fin de semana de vacaciones de Semana Santa, se le acercaron en la entrada de la iglesia Luterana dos asesinos en serie, Karla Homolka y Paul Bernardo con la excusa que necesitaban direcciones. Mientras Kristen ayudaba a Homolka con las direcciones del mapa, Bernardo la atacó por detrás y la obligó a entrar al auto a punta de cuchillo. Era jueves 16 de abril de 1992 y su secuestro fue visto por varios testigos. Durante sus tres días de cautiverio, la pareja grabó mientras la torturaban y sometiendo a la chica de 15 años a la humillación y degradación sexual, obligándola a beber grandes cantidades de alcohol antes de asesinarla el 19 de abril de 1992. Su cuerpo desnudo fue encontrado en una fosa a varios kilómetros de distancia en una calle paralela en el norte de Burlington el 30 de abril de 1992, apróximadamente una milla de la tumba de Leslie Mahaffy, otra víctima de Bernardo y Homolka.

                                                      

Las familias de las dos jóvenes salvajemente asesinadas lucharon durante años por la destrucción de las cintas de video y otro material gráfico ante el temor de que en algún momento su contenido fuese difundido a pesar de las órdenes judiciales en contra.

Sus temores tenían un sólido fundamento. El escritor Stephen Williams, autor de “Invisible Darkness” (“Oscuridad invisible”) -libro que describe los crímenes de Bernardo y Homolka- fue denunciado en 2000 porque la fiscalía consideró que algunos de los pasajes de su libro mostraban que el autor había visto las macabras cintas de video.

Aunque la fiscalía retiró los cargos contra Williams para evitar un juicio en el que las cintas de video habrían sido la prueba fundamental, lo que habría causado a las familias de las jóvenes asesinadas nuevas “angustias”, el caso demostró que en algún momento las imágenes serían públicas.
En el verano de 1992, Paul comenzó a abusar de Karla fisícamente, fue muy duro, aún así y con importantes hematomas en los ojos y cuerpo, Karla toleraba su cruel comportamiento, no le dejó. Un año después y tras el maltrato que le propinaba a su barbie, nuestro Ken la llevó al límite. En 1993, los padres de Karla intervinieron y la persuadieron a refugiarse en el hogar de uno de los amigos de su Lori, que era policía de Toronto, quien la llevó al hospital. La investigación policial a Paul se intensificó y se entrevistaron con Karla, por la clase de preguntas que le hicieron, ella entendió que la policía había atado cabos con las violaciones y asesinatos, nerviosa confesó.

Paul Bernardo fue juzgado por las muertes de Mahaffy y French en el año 1995 y el juicio incluyó declaraciones de la propia Karla en su contra y muestras de los videos en los que Paul violaba a las víctimas. El juicio fue totalmente privado, debido al miedo de la publicación de los videos por parte de la prensa y se trasladó desde Toronto hacia St. Catharines, donde ocurrieron los crímenes. Las declaraciones de Bernardo fueron distintas en todo momento: dijo desde que las muertes habían sido 'accidentales' hasta que Karla era la propia asesina. El 1 de septiembre de 1995, Canadá cerraría una oscura página en su historia, condenando a Paul Kenneth Bernardo a Cadena perpetua. Luego, Bernardo sería declarado 'Peligroso Violador', algo que en la ley canadiense equivale a que el condenado no sea liberado nunca por ese peligro.
 
Desde su condena, Paul Bernardo está tras las rejas en la Penitenciaria de Kingston en Kingston, Ontario, bajo confinamiento solitario, para protegerlo de los demás convictos, ya que según los códigos carcelarios, un criminal como Bernardo nunca sería bien recibido en las celdas comunitarias.
 
Por su parte, Karla Homolka recibió una sentencia reducida a cambio de su declaración completa contra su ex marido. Fue condenada a 12 años de prisión, una medida que fue muy criticada por los canadienses.

    


    

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